EL MUNDO SE MUEVE A MIL POR HORA Y LA PRODUCCION EN MASA SE HA VUELTO UNA CONSTANTE ENCONTRAR A ALGUIEN QUE TENGA OFICIO Y BUEN GUSTO, NO ES SOLO SUERTE, SINO UN LUJO. PERO NO HAY QUE PERDER LA ESPERANZA, SI EXISTE ESTE TIPO DE PERSONAS: ESTA ES ANGELA RESTREPO Y SUS SOFAS A MEDIDA.

POR MARIA JOSE PEREZ-BARROS . FOTOS CRISTOBAL VALDES

HACE 12 AÑOS QUE ANGELA RESTREPO HACE SOFAS. SU TIENDA NUEVA EN CARMEN FARIÑA -UNA CASA PENSADA PARA QUE LOS CLIENTES SE INSTALEN TODO EL TIEMPO QUE NECESITAN- EXHIBE TODO EL BUEN GUSTO Y ESTILO QUE CARACTERIZAN A SU DUEÑA.

ANGELA TRABAJA CON TRES EQUEPOS DE MAESTROS. EN LAS FOTOS, EL TALLER DE UNO DE ELLOS, DON RAMON, EN LAMPA. CADA SOFA TIENE UN PROCESO, HASTA QUE ESTA CIEN POR CIENTO LISTO, DE CERCA DE SEIS SEMANAS. NO SE USAN CLAVOS, LAS PIEZAS DE MADERA SON ENSAMBLADAS CON PEGAMENTO Y CORCHETES.

ÁNGELA TRAE TAPICES DE BELGICA Y ESTADOS UNIDOS, OTROS SON CHILENOS. SU IDEA ES TENER LA MAYOR OFERTA POSIBLE DE PRECIOS Y ESTILOS. LOS CLIENTES TAMBIEN PUEDEN LLEVARLE SUS PROPIOS GENEROS.

Es carta segura entre los decoradores e interioristas. Y su renombre es justo… Ángela Restrepo, con un gusto impecable, hace sofás a medida únicos. Lleva doce años rescatando este ofcio, es toda una experta. Entrar a su tienda en Carmen Fariña -donde se instaló hace dos meses y que por fuera no dice mucho- es entrar en su mundo; un lugar donde hay espacio para el diseño. Para el mejor diseño. Varios hoteles y proyectos tienen sus trabajos, como el Tierra Patagonia, el Hotel Castillo Rojo -ese por el que Kana Cussen y Hugo Grisanti se llevaron el premio de decoración del Ranking ED el año pasado-, el Hotel Renaissance, el hotel Atton y varios otros. Recién entregó la Clínica Meds y está apunto de hacer lo mismo con el Magnolia. También está detrás de los sofás del restorán Uncle Fletch. Ángela es colombiana y vive en Chile, junto a su marido y dos hijos, hace 17 años. Aunque estudió Ingeniería Comercial, el diseño lo tiene innato. Nació en una casa rodeada de cosas lindas en donde la decoración tenía prioridad. Sus papás tenían una importadora de géneros en Bogotá. En Estados Unidos, ya casada, estudió Historia del Arte y Fashion Merchandising. Partió sofás desde Estados Unidos a Colombia. Después de cuatro años de venirse a nuestro país montó una ensambladora. Luego tuvo la tienda Sofa Gallery en el Parque Arauco, y ahora tiene la de Carmen Fariña, con su nombre tal cual, Sofás Ángela Restrepo.

Cada sofá es hecho a medida, todos son un proyecto único. Ángela ha dejado los pies en la calle buscando maestros que se dedique a esto. Trabaja con varios, uno de ellos, Don Ramón, tiene su taller en Lampa. Ramón trabaja la madera como ninguno en un galpón viejo y desordenado, tiene su encanto. Acá están todas las herramientas y materiales que uno se pueda imaginar. Tijeras enormes, metros y metros de géneros, espumas para los rellenos, mesas, una máquina de coser, hilos de todos los colores, un pizarrón con medidas colgado en una pared, y madera, mucha madera. No usa clavos, solo pegamento y corchetes con los que arma los esqueletos.

Pueden ser en Coigue o Lenga -maderas lo suficientemente densas que resistan el peso y el paso del tiempo- y ahí mismo hacen tambén la tapicería. Hace diez años que trabaja con Ángela, y ella lo celebra: «Es un artista, me quito el sombrero». Él lleva 46 años en esto; empezó a los 13 y hoy su hijo Eric también está aprendiendo el oficio. Cuando visitamos el taller, además nos encontramos con Sofía, la hija de Eric, que no tiene más de ocho años. Y así, como en los tiempos más antiguos, el oficio se va pasando de generación en generación.

Ángela parte de la premsa que la gente compra pocos sofás y que son una inversión. Por eso, trata de leer las necesidades de cada cliente y de aconsejarlos lo mejor posible. De hecho, casi siempre ella está ahí, en su tienda, atendiendo. Es una de las razones por las que dejó Sofa Gallery y decidió tener esta tienda que es más chica, porque la fabrica de antes era muy grande y la tenía alejada de los clientes. Es que Angela no sólo vende sofás, sino la asesoría completa. Muchas veces, cuenta, las personas llegan con una idea y se van con algo nada que ver. Se demora hasta seis semanas en entregar un sofá, y los tapices que usa son de varias partes del mundo, algunos los trae de Bélgica, otros de Estados Unidos, y otros son chilenos. Tiene para todos los gustos y tambén trata de abarcar todos los precios. Con su equipo hacen cerca de ocho modelos al mes. Los planos de cada modelo quedan archivados, el proceso es artesanal pero a la vez súper profesional. Algunos maestros arman los esqueletos, otros las patas y trabajan con uno que hace colchonetas de lana a la antigua. Se siente orgullosa de todos, y de ella misma también. A muchos los ha ayudado a formar lo que hoy día son pequeñas empresas. Es que Ángela le pone harto corazón, le fascina lo que hace. Trata de que cada proyecto tenga alma. «Los sofás son hechos por personas de carne y huesos, que cuidan lo que hacen y a los cuales yo también cuido. Eso se refleja en el producto…La gente ha confiado en mí y tengo que responderles», dice. El resultado está a la vista.

www.sofagallery.cl

En Instagram, @sofasangelarestrepo